Todo esto comienza el 17 o 18 de marzo, no recuerdo la fecha exacta en que comienza la cuarentena obligatoria en nuestro paÃs, yo me quedo sin trabajar, encerrada en casa, tranqui 120. Las primeras semanas fueron un desquite de comidas riquÃsimas, muy abundantes en carne, crema, aceite, harina, helado, chocolate, galletitas, café, vino, cerveza.... una fiesta.
Punto aparte les cuento que yo estuve atravesando un par de dolores estomacales durante el año muy fuertes, cada dos tres meses me retorcÃa de dolor, iba a una guardia me hacÃan estudios, me decÃan que era un cólico normal que haga reposo, nada mas. Y sà eventualmente los dolores se iban después de estar 24 o 36 horas de forma horizontal en una cama, pero mi interés se encontraba en saber porque aparecÃan esos dolores cosa que nunca me pudieron explicar.
Volvemos a la cuarentena, en este tiempo de ocio involuntario en el que me pase scrolleando instagram sin parar me cruce con un par de cuentas muy interesantes que comencé a seguir (especialmente una thereisnospoon) porque algo me llamaba la atención, brindaban información sobre los cambios que surgen a partir de comer frutas y verduras, luego por una nota en el new york times llego a Soledad Barruti una gran periodista argentina que escribió dos libros ´(¨Mal comidos¨ y ¨Mala leche¨) en donde nos explica porque la industria alimentaria nos esta haciendo mierda poco a poco (te lo resumo asi nomas, obvio vayan a leerlos). Con toda esta información en mi manos de un dÃa para otro decidà dejar de comer carne y la mayor cantidad de productos industrializados que pueda, teniendo la ventaja de que iba a estar encerrada en mi casa 24/7, no iba a tener reuniones ni cumpleaños ni stress del trabajo me distraigan del objetivo principal que era y sigue siendo comer mejor.